–-Este texto con consejos para traducir páginas web ha sido elaborado por la agencia de traducción Mondo Agit-–
En la traducción de páginas web, a la traducción propiamente dicha se le une la dificultad de la parte técnica. Las páginas pueden estar creadas de distintas maneras: pueden estar en formato HTML, haber sido creadas con algún gestor de contenidos o también puede que lo que veamos no se trate de texto sino de una imagen en formato flash.
Generalmente, el HTML es lo más común. En este tipo de páginas, el texto que podemos ver aparece entrelazado con una serie de texto encriptado o «etiquetas», que definen los estilos, fuente, o párrafos del texto, y establecen los enlaces, vinculados a partes del texto o a imágenes, que dirigen o bien a apartados dentro de la página o bien a páginas externas. También se enlazan de esta manera las imágenes y otros.
Para que nuestra traducción sea tan válida como el original y pueda guardar esos mismos enlaces y respetar los parámetros del texto, también debemos tener en cuenta las etiquetas, y, en ciertas ocasiones, traducir el texto vinculado a ellas o modificar el nombre de los enlaces o de las rutas de las imágenes.
Aunque esto, a priori, parezca de una complicación excesiva, no lo es tanto. Con Wordfast, o cualquier herramienta de traducción asistida, puede traducirse el documento como un texto HTML, y pueden, literalmente, copiarse las etiquetas, traduciendo solo la parte de texto en el documento. Se debe tener cuidado para no cambiar el texto en formato Word y solo traducirlo en formato HTML (el programa pregunta automáticamente, al detectar el formato, si se quiere abrir el documento como HTML).
Ahora bien, los enlaces que figuran en las etiquetas del documento original, llevan a los apartados de la página en el idioma original. En la traducción, esas direcciones son copiadas, pero debemos cambiar la dirección de los enlaces para que conduzcan al apartado nuevo traducido y no al apartado en lengua original. Para hacer esto, podemos introducirnos dentro de las etiquetas y cambiar la dirección del enlace, o también podemos abrir el documento en un bloc de notas y cambiar allí la parte correspondiente.
Algo similar ocurre con las imágenes, que no se encuentran comprendidas en la página web sino que están vinculadas a ella mediante una ruta, que es la ubicación de esas imágenes en un archivo exterior. Si simplemente copiamos la información del original, dejando las mismas imágenes, no hay ningún problema (siempre que las imágenes se encuentren en la misma ubicación). Pero si tenemos otras imágenes que introducir en la traducción y que llevan otro nombre u otra ruta de archivo, entonces tendremos que proceder igual que con los enlaces y modificar la información de las etiquetas.