OGM: el Gobierno y las asociaciones exigen autorizaciones estrictas a nivel europeo
Vuelve a lanzarse el debate sobre los OGM (organismo genéticamente modificados). Tras la publicación de un estudio que sugiere la existencia de efectos dañinos en las ratas tras consumir un maíz modificado genéticamente –conocido como NK603 y comercializado por la empresa Monsanto— el Ministro de agricultura, Stéphane Le Foll, declaró que deseaba revisar los procedimientos de homologación de los OGM en la Unión Europea.
«Actuaremos a nivel europeo para que las condiciones de los protocolos de autorización se modifiquen de forma mucho más estricta que en la actualidad, para que se tomen debidamente en cuenta los riesgos que los pesticidas y herbicidas causan en este tipo de OGM», subrayó Le Foll al término del Consejo de ministros retransmitido por BFM TV. El estudio «refuerza la postura que nosotros ya manteníamos», ha comentado el ministro, añadiendo que, sin embargo, solicitaría una «verificación» del protocolo de este estudio a la ANSES (Agencia francesa de seguridad sanitaria).
SUSPENSIÓN DE TODOS LOS OGM
Le Foll recordó la posición de Francia en favor de una suspensión en su territorio de todos los cultivos de organismos modificados genéticamente, suspensión que afecta en la actualidad únicamente al maíz MON810 de Monsanto. En febrero del 2008, Francia activó la cláusula de protección a nivel europeo, lo que permitió suspender los cultivos OGM en su territorio, utilizando como excusa preocupaciones ambientales. Pero en septiembre del 2011, el Tribunal de Justicia europeo declaró nula esta cláusula alegando argumentos técnicos. En marzo de 2012, justo antes de iniciar la época de siembra, el Gobierno francés tomó una medida cautelar «de prohibición temporal» de los cultivos OMG, confirmada en mayo por el Consejo de Estado.
El miércoles, el eurodiputado verde francés José Bové pidió de su parte a la Comisión Europea «suspender inmediatamente las autorizaciones de cultivo concedidas a la variedad de maíz MON810 de Monsanto y a la patata Amflora de BASF, así como las autorizaciones de importación de maíz y soja transgénicos».
NUEVOS ESTUDIOS INDEPENDIENTES
José Bové considera que «los datos proporcionados por Monsanto y otras multinacionales son simplemente tendenciosos y no se basan en trabajos científicos serios y fiables». «Las agencias nacionales y europeas de seguridad alimentaria deben realizar nuevos estudios financiados con fondos públicos para garantizar a los consumidores europeos una alimentación sana», concluyó.
Una posición que Greenpeace comparte, y exige a la Unión Europea que «decrete una suspensión de todos los OGM resistentes a herbicidas en Europa». «Greenpeace solicita que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) evalúe los OGM, teniendo en cuenta los estudios científicos realizados al largo plazo, pero también basándose en estudios independientes y no solamente en los análisis proporcionados por las industrias del sector, como es el caso actualmente», añade Anaïs Fourest, encargada de la misión OGM para Greenpeace.
François Veillerette, portavoz de la ONG Générations futures, solicitó también que se lleven a cabo nuevos estudios toxicológicos independientes: «Générations futures exige que dichos estudios realizados en ratas durante dos años sean obligatorios de inmediato a nivel a nivel europeo, a fin de evaluar el riesgo del consumo de OGM en humanos durante toda la vida de un individuo y no sólo en un periodo de algunos meses, como se viene llevando a cabo en la actualidad.»
Fuente: Le Monde, 19 de septiembre del 2012
Artículo original: http://www.combat-monsanto.org/spip.php?article982
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