La interpretación, al igual que la traducción, tiene como objetivo traducir, transponer un texto o mensaje de un código a otro, es decir, de una lengua a otra. La característica peculiar que diferencia la traducción de la interpretación y hace que estas dos actividades sean muy distintas es el hecho de que la última consiste en una traducción oral. El intérprete utiliza su voz, y no su escritura, para transformar el texto origen en un nuevo texto, que sería mejor llamar discurso o mensaje de llegada.
Existen distintas formas de interpretación:
- Interpretación simultánea: el intérprete traduce el mensaje a la lengua de llegada tan rápido como sea posible desde la lengua de partida, mientras que el orador u hablante de esta lengua continúa hablando. Para llevar a cabo su trabajo, el intérprete se sitúa en una cabina insonorizada desde donde puede ver al orador, al cual escucha a través de unos auriculares. Para transmitir su mensaje, el intérprete cuenta con un micrófono. Los destinatarios del mensaje en la lengua de llegada escuchan la interpretación mediante auriculares. La interpretación simultánea suele realizarse desde cabinas en las que los intérpretes trabajan por parejas de la misma combinación lingüística.
- Interpretación consecutiva: el intérprete empieza a hablar después de que el orador de la lengua de partida haya terminado su discurso. El discurso se divide en partes y el intérprete se sienta o se queda de pie cerca del orador para escucharle y tomar notas acerca de lo que dice. Cuando el orador hace una pausa o termina de hablar, el intérprete transmite el mensaje en la lengua de llegada. En lo que concierne a las notas, es importante decir que no existen unas reglas fijas para elaborar una manera adecuada de tomarlas. La realidad es que cada intérprete tiene que desarrollar su propio método según lo que le resulte más fácil. Hay, por ejemplo, intérpretes que toman muchas notas y otros que toman solo unas palabras o símbolos.
Es importante destacar que en la base de la técnica de notas para la interpretación consecutiva está el concepto de traducir no tanto las palabras sino más bien el significado de estas y sobre todo de la frase del discurso que se escucha. Cuando el intérprete escucha una parte del discurso del orador, ante todo tiene que comprender lo que el interlocutor quiere decir y hacer anotaciones en forma de palabras o símbolos que después le permitan acordarse de aquel enunciado y transmitirlo.
No es necesaria una traducción que sea igual al mensaje de partida, lo que es necesario es trasladar el sentido, el mensaje y eso puede ocurrir también con otras palabras, las palabras que elige el intérprete. Las notas suelen tener una estructura bastante organizada, en forma diagonal, donde el sujeto tiene el primer lugar a la izquierda y a continuación el verbo, en el centro, y el objeto al final, a la derecha. Los intérpretes de consecutiva suelen trazar una raya después cada enunciado o frase, para así poder acordarse de cómo está estructurado el discurso.
Tanto la interpretación simultánea como la consecutiva requieren habilidades de memoria a corto plazo y la capacidad de elaborar rápidamente mensajes y encontrar soluciones eficaces. Habilidades que tiene también el traductor, pero que no tiene que desarrollar de manera rápida, sino que tiene todo el tiempo a su disposición para buscar una palabra y pensar en una posible traducción. En este sentido, al traductor se le pide más precisión, algo más difícil de alcanzar para un intérprete, debido al ámbito en el que trabaja.
- Interpretación susurrada (chuchotage): el intérprete se sienta junto a una pequeña audiencia mientras le susurra simultáneamente su interpretación del tema que se está tratando. La interpretación susurrada se emplea en situaciones en las que la mayor parte del público habla la lengua de partida y tan solo una minoría no.
- Interpretación de enlace: consiste en trasmitir lo que se dice en una conversación entre dos o más personas. No se requiere un equipo de intérpretes, se suelen tomar algunas notas pero no como en la consecutiva porque en este tipo de interpretación los mensajes suelen ser más cortos.
- Traducción a la vista: el intérprete lee en voz alta un documento escrito en una lengua de partida como si estuviera escrito en la lengua de llegada. Personalmente este tipo de interpretación ha tenido y sigue teniendo una especial importancia en mi formación como intérprete. En muchas universidades, la traducción a la vista es, de hecho, el primer paso para acercarse a la interpretación, en particular a la simultánea. La traducción a la vista puede parecer más sencilla con respecto a las otras, pero la realidad es que requiere muchas habilidades, entre las cuales está la de mantener la máxima fluidez posible; se requiere una mayor precisión dado que se dispone del texto, y la capacidad de leer con un ojo puesto en lo que viene para poder formular frases coherentes. Hacer mucha traducción a la vista ayuda mucho al principio porque te acostumbra a encontrar de manera rápida la traducción para cada palabra y a dar con una solución rápida en el caso que no se conozca una palabra o no se entienda completamente el sentido de una frase.
Como se puede ver, existen diferencias profundas entre la traducción y la interpretación, pero el objetivo sigue siendo el mismo: una comunicación eficaz y lo más fiel posible al original. Lo que ocurre es que se utilizan herramientas y tiempos distintos. Además, la interpretación requiere una preparación previa del tema que se va a tratar mayor que la requerida por la traducción. El traductor suele estar más especializado en algunas áreas, pero de todos modos tiene tiempo para averiguar y consultar fuentes para traducir el texto. El intérprete necesita saber antes de qué se va a hablar y cuando empieza el discurso ya no tiene tanto tiempo para buscar algo si tiene dudas.
Un buen traductor no siempre consigue ser también un buen intérprete, es una manera totalmente diferente de concebir la traducción. El primero es más escrupuloso y minucioso, el segundo más empeñado en buscar la forma más eficaz y eficiente de decir algo. Y lo mismo se puede decir en el otro sentido, muchos intérpretes no consiguen alcanzar la precisión que una traducción escrita requiere.
Esto explica el hecho de que muchas universidades ofrezcan una carrera distinta para las dos. En mi caso puedo decir que durante mis estudios de interpretación también se ha dedicado tiempo también a la modalidad de traducción escrita, dado que muchas veces los intérpretes también traducen.
Escrito por:
Debora Tasca, traductora e intérprete
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